domingo, 22 de septiembre de 2013

El Tribunal Constitucional se resolvería si no fueran todos abogados

Entre la gran cantidad de sinecuras que los abogados se han reservado para sí mismos  (ya que son los que tienen dominado el país) está el llamado "Tribunal Constitucional", que, por cierto, no es un tribunal, equívoco nominal que no es bueno en país de iletrados, o, cuando menos, de distraídos. Obsérvese que se confunde con un tribunal, superior al Supremo, y que se apela así, o se quiere apelar, indebidamente.

Pero, aunque debiera cambiar de nombre, lo más importante es que cambie de composición. Esto es, que no todos sean abogados y que estos no lleguen, como mucho, al 40%, lo que, en realidad, ya sería un abuso, pues bastarían 2, o como mucho 3, para garantizar el asesoramiento legal interno.

Así, pues, 40% de abogados. E invito a la profesión del derecho a dar ejemplo de retirar velas y promoverlo por ellos mismos, y lograr que el 60%, y, por supuesto, el Presidente, pertenezcan a otras carreras: Medicina, Ciencias, Economía, Letras, Arquitectura, Ingeniería,,,  Incluso la milicia, y hasta la iglesia, si con ello se evita a los abogados. Prohombres españoles, de muchas especialidades, personalidades reconocidas, y un mínimo de abogados.

Esta defección de abogados debería, por otro lado, aumentarse a otros campos. Ya que Suárez, González, Aznar, Rodríguez Zapatero y Rajoy eran o son abogados, sería hora de prohibir que dicha licenciatura pudiera hacerse cargo de la Presidencia del Gobierno. Rajoy tiene además el mal gusto de ser Registrador de la propiedad, cuyo arrendamiento a un compañero de su registro de Santa Pola se dedica a ocultar, delinquiendo al tiempo de ejercitar como primer ministro, ¡vivir para ver! Además, el ínclito Gallardón, fiscal (jamás debería ser abogado el ministro de Justicia) está a punto de consumar un nuevo negocio sucio para los registradores, pues además del jefe tiene algunos en su familia: la cesión de las funciones de los registros civiles. ¡Habráse visto, semejante caradura!

Hay que empezar por el Tribunal Constitucional, y después, poco a poco, quitarles a los abogados sus sinecuras, incluso las magistraturas normales. El país funcionará muchísimo mejor.

¡Ah! Y mientras no se cierren las facultades de derecho, propongo que cambien su título por "Facultad de Siniestro".

lunes, 16 de septiembre de 2013

AVISO A LOS COMENTARISTAS: TIENEN QUE IDENTIFICARSE

Agradezco mucho los comentarios; no los groseros y ofensivos, que borraré. No obstante, y a partir de ahora, borraré también todos aquellos que sean anónimos. Quien quiera enviar un comentario y no ser borrado deberá poner (en el texto, si no tiene otro sitio) su nombre, su profesión y su ciudad.

(También agradezco mucho los seguidores, por supuesto, y no suprimiré nunca ninguno. Pero, la verdad, agradecería mucho también su identificación: nombre, profesión, ciudad. Gracias. Lo agradezco también a los antiguos).