sábado, 29 de diciembre de 2012

DECEPCIÓN

Mi texto "Calatrava no es arquitecto", un suelto de escasa importancia, escrito como protesta y realmente en broma, en muy buena medida, o a trazos gruesos, podríamos decirlo así,  ha sido leído (o visto, no sé bien lo que esto contabiliza) por 1.615 personas. Realmente, una barbaridad, un disparate.

En cambio, el texto "Madrid río, el discutible precio de un atractivo parque",por ejemplo, en este caso un artículo bastate elaborado, metido en el blog en castellano y en inglés, ha sido visto por 159 personas.

Ello me hace reflexionar y concluir que los medios de comunicación de masas, y muy concretamente éste, parecen ser estúpidos.Y las masas, ¿más todavía?.

domingo, 23 de diciembre de 2012

HABLE BIEN EN CASTELLANO



No diga "posicionarse" ni "posicionamiento", es una cursilería moderna de políticos y periodistas, un anglicismo no deseable, por más que ahora se use tanto. No imite a los pedantes ni a los cursis, es de mal gusto. Diga "situación", "situarse", "posición" , "tomar posición", "tomar postura", "adoptar una postura", "optar", "decidirse" .

No diga "en base a", que es incorrecto, aunque tantos lo dicen. Diga "basado en".

No diga "es por esto que...", un galicismo muy feo, que es incorrecto y que por desgracia, y por motivos desconocidos, está de moda. Diga simplemente "por eso" o "por esto". Si desea ser más retórico puede decir: "por esto es por lo que..."

No diga "esclarecer" cuando lo que quiere decir simplemente es "aclarar". Reserve lo primero, más sofisticado y específico, para ocasiones realmente propias (en el sentido de iluminar, amanecer,...).
No diga "gobernanza", otra cursilería moderna de políticos y periodistas, muy reciente. Diga "gobierno" o "gobernación". Evite tonterías.

No diga "complejizar" en absoluto, pues ese verbo no existe. Diga "complicar", y si no quiere, diga "volver más complejo", o "resultar más complejo", "ganar complejidad". Muchas veces, en castellano, no pueden ahorrarse palabras. Si uno quiere hablar bien. Y no mitifique la palabra "complejo", que es idéntica a "complicado", aunque a usted no se lo parezca. "Complejizar" no existe porque la complejidad es una característica, no el objeto de una acción.

No diga "tipología" si no se refiere usted a un tratado, estudio, investigación o clasificación de tipos diversos. El sufijo "logía" significa siempre eso. Emplee la palabra "tipo" o la palabra "clase". Pero tampoco lo haga, en absoluto, si sólo se refiere a cosas concretas o a colecciones de cosas concretas. Entonces, debe referirse a ellas en forma directa. Si se habla de un conjunto de viviendas, o de plantas de viviendas, concretas, por ejemplo, hay que referirse a ellas directamente y como tales. Al referirse a las distintas unidades de vivienda, sólo se puede decir "los tipos de vivienda", si es que queremos indicar expresamente que dichas unidades representan también, tipológicamente hablando, a otras muchas, esto es, a otras que no son iguales a ellas, pero sí de su mismo tipo; es decir, de su misma disposición general. Si no, el uso de la palabra "tipo" es incorrecta, y mucho más aún el de "tipología". Y lo que vale para la arquitectura, vale para todo lo demás.
No diga "delante mío", "detrás suyo", etc. Es incorrecto, un vulgarismo. Diga "delante de mí", "detrás de él". Es muy fea esta sustitución del pronombre personal por el posesivo, aunque ahora se trate de un uso popular y regional, y no moderno.

No diga "han habido muchas huelgas esta temporada y habrán más todavía". El verbo haber es impersonal en castellano, por lo que no concuerda en número con el sujeto, aunque no es así en otros idiomas latinos peninsulares, de donde viene el error. Se dice "ha habido muchas huelgas esta temporada y habrá más todavía". "Habrá huelgas" y no "habrán huelgas", etc.

No diga "requerimientos", que es un anglicismo. Diga "requisitos", más castellano, más elegante y más breve.

No diga "pasar desapercibido". Es preferible decir "pasar inadvertido". Desapercibido quiere decir "no apercibido" de algo. Es decir, que quien no percibe es él,  la persona de quien se habla; no que no lo perciban a él, que es, sin embargo, lo que se pretende decir.

Es preferible no usar "privacidad", aunque es un anglicismo bastante antiguo ya, y muy usado. Es mejor decir, "vida privada", "cuestión privada" o "condición privada". Como ya se ha dicho, en castellano, como en otras lenguas latinas, y en muchas ocasiones en cualquiera que sea la lengua, a veces no se puede simplificar. (Ya advertía esto Sáenz de Oíza, hace tantos años, cuando se comentaba el libro de Alexander y Chermaief, "Comunidad y privacidad". Oíza, que sabía inglés, repetía siempre que debería haberse traducido como "Comunidad y vida privada").

No diga "tipos", y mucho menos "tipologías", cuando se refiere a usos o a clases de usos en arquitectura. Es una barbaridad decir "tipos" o "tipologías" cuando nos referimos al conjunto o sumatoria de usos edificatorios: viviendas, escuelas, bibliotecas, iglesias, polideportivos,.....

No utilice sistemáticamente el presente histórico. Es decir, no diga siempre "fulanito nace en León en 1953"; dé una oportunidad al lenguaje directo, esto es, al pasado: "fulanito nació en León en 1953". El presente histórico no es incorrecto, pero significa casi siempre un cierto lenguaje figurado, un punto, aunque sea leve, de retórica. O de fantasía: nos hemos ido al pasado y hablamos desde allí en presente. Ni la retórica ni la fantasía están prohibidas, en absoluto. Es más, me parecen recomendables. Pero deben de ser tanto conscientes como justificadas. Si uno quiere ser retórico es por algo. Y si uno lo es gratuitamente o sin saberlo, lo que queda es lenguaje banal. O sea, de segunda clase.

No diga "tengo en mente", o frases semejantes. Es un anglicismo inadmisible. ¿Para esto nos sirve aprender inglés? En castellano se dice y se ha dicho siempre "tengo en la cabeza". Pero incluso si admitiéramos el anglicismo habría que decir: "tengo en la mente". Nunca sin artículo, nunca.

No pronuncie (como los "gringos") México o Texas con "x". Aunque lo vea escrito con x, se pronuncia "Méjico" y "Tejas", con j. Escuche a los mexicanos y lo oirá, con una j algo aspirada. La x es una grafía antigua de la j, conservada en América. 

No diga nunca "a nivel de" si no está hablando de lo que nivel significa: alturas, físicas o figuradas, jerarquías y cosas semejantes. Esto es, de niveles reales. Si no son niveles, debe evitarse y sustituirse por "en el campo de", "en relación a", "hablando de", "teniendo en cuenta a"...., y cosas semejantes.

No sustituya partículas cortas por expresiones compuestas. No diga "en torno a" si puede decir "de"; no diga "junto a" si puede decir "con". No diga "en aras de" si puede decir "para". No diga "anteriormente a" si puede decir "antes". No diga "en la noche de ayer" si puede decir "anoche".  No diga "a la vista de" si puede decir "ante". No diga "a bordo de" si puede decir "en". No diga "en torno a" si puede decir "sobre". No diga "de acuerdo con" si puede decir "según". No diga "a través de" si puede decir "mediante". No diga "a lo largo de" si puede decir "en". No diga "de cara a" o "con vistas a" si puede decir "para". Use las preposiciones, que para eso están, son más cortas y evitará la pedantería.

No diga "como muy", "como bastante" o "como menos", "como más", y otros comos diversos. El "como" es sólo comparativo. Quítelo si no hay tal comparación. Quedarse "como muerto", por ejemplo, está bien.
"Tema": cuestión, asunto, expediente, proyecto, negocio, propósito,.... Busque la palabra buena y olvide el "tema"; no lo use sistemáticamente. 

El uso indebido del "de que" es muy feo, como es sabido, es lo que se llama un vulgarismo. Se dice "le dije que no fuera " y no "le dije de que no fuera". Y "le ordenó que no protestara" y no "le ordenó de que no protestara". La preposición "de" no debe estar si lo que viene detrás, encabezado por la conjunción "que", es un complemento directo. "¿Qué le dije?" "Que no fuera". Eso es un complemento directo. Cuando no hay complemento directo, la preposición "de" ha de estar. Por ejemplo en "Eso depende de que llegue a tiempo", o "Estoy seguro de que fue allí", que son frases correctas.

No diga "rol", galicismo pedante. Diga "papel". Y aunque decir "desempeñar o "representar" un papel es correcto, es mucho más elegante la locución tradicional de "jugar un papel".

No diga "histórico" cuando algo le parece tan importante que debería, casi, pasar a la historia. Diga "memorable", mejor y más exacto.

No diga cosas "puntuales"  o "puntualmente" cuando no se refiera a puntualidad horaria, es decir, a llegar a tiempo. El inglés "punctual"  ha de traducirse por "local", o "localmente". También puede ser "parcial", "concreto", o "limitado a".  

Existe "ilegal", pero no "ilegalizar". El diccionario ha admitido "deslegalizar".

"Reiniciar", mala palabra, se ha impuesto con los ordenadores. El inicio es sólo el inicio, y por lo tanto un segundo intento  ya no es el inicio, ya no puede serlo. Siga usted con "reiniciar" en los ordenadores, para no tener problemas prácticos, pero en lo demás use "reanudar". Por favor.

"Obsolescente" y "obsolescencia" son neologismos anglicistas de uso casi inevitable, porque tienen difícil o larga sustitución en castellano. "Obsoleto", sin embargo, ya no es así,  y aunque no es incorrecto, puede ser evitado (siempre para orillar la pedantería) pues puede sustituirse por "desusado", "en desuso", "anticuado", "envejecido", "arcaico", "viejo", "vetusto", "pasado de moda", "trasnochado", "rancio"....

"Praxis" existe desde siempre, pero en su uso resulta casi imposible evitar la cursilería y la pedantería. Sólo puede tener uso lógico en el lenguaje técnico de la filosofía y de la política. Si no está en eso, diga, simplemente, "práctica".

Decir "de motu propio" es una pedantería y, además, un error. Es mejor decir "espontáneamente". Pero si uno se empeña en emplear el latinajo hay que decir "motu proprio" Fíjense bien, sin "de" y "proprio", con dos erres.

No emplee usted nunca, jamás, por más que la moda prosiga adelante, el uso de exclamaciones o interrogaciones sólo al final. Es estúpido y no puede disfrazarse de comodidad. El castellano es el único idioma con estos signos al principio y al final, lo que es estupendo, y no puede renunciarse a ello por más fuerte que sea la anglofilia o la presunción de modernidad. 

"Nominar", en castellano, quiere decir "dar nombre", no proclamar candidatos. Proclamar candidatos se dice "designar" o "elegir". El equívoco viene del verbo inglés "to nominate", aunque no sólo significa eso.

"Adolecer" es tener el defecto que se cita, no el contrario. "Adolece de pereza" es tener pereza, no tener falta de ella. Adolecer es algo así como dolerse de algo. Y, por lo tanto, se duele uno de lo malo, no de lo bueno. Es decir "adolecer" es tener algo malo, aquello que se dice. No es carecer de algo.

No debe decirse "esponsorizar", bárbaro anglicismo, sino "patrocinar".

No diga "concretizar", sino "concretar"; no diga "culpabilizar", sino "culpar"; No diga "optimizar", sino "optimar"; no diga "priorizar", sino "dar prioridad". Y así otros.

No diga ni escriba "coexión". Es "cohesión".

Se dice "el águila", "el agua" o "el área; pero se dice también "esta águila", "esta agua" y "esta área". El artículo cambia el género delante de ha o a, acentuadas, pero no el pronombre demostrativo, que permanece en femenino.

Puede decirse tanto "tutoría" como "tutela", pero nada más. "Tutorizar", sin embargo, es bastante feo, y, probablemente, incorrecto. Es mejor "tutelar".

No se debe confundir "señalar" con "señalizar". Señalar es hacer o producir una señal; señalizar es poner señales.

No emplee el infinitivo si lo que quiere es emplear el imperativo. No diga , o escriba: "Callar" o "cerrar", si lo que quiere decir es "callad" o "cerrad". Y, en los letreros imperativos, no trate de tú a los desconocidos y anónimos destinatarios. En el letrero "Cerrar esta puerta" hay dos faltas, el infinitivo y el tú. Lo correcto es escribir: "Cierren esta puerta, por favor".

No trate a la gente desconocida de tú, ni verbalmente ni por escrito. No crea que el tú es más moderno, agradable o de confianza. Ahora se usa incluso como algo publicitario. Pero el tú es muchísimas veces una falta de respeto. Todo el mundo tiene derecho al usted, sobre todo los inferiores en edad o jerarquía. En las ordenanzas militares, incluso figura "dar el usted" como obligación del mando.

No diga "preveer", sino "prever", si lo que quiere decir es ver por anticipado, adelantarse a lo que ocurrirá. El error viene del verbo "proveer", completamente distinto, pues significa dotar de provisión, satisfacer las necesidades.

No diga "llevar la razón", sino "tener la razón", o "tener razón", que es más correcto.

No diga "bajo mi punto de vista", o "bajo el punto de vista de...", sino "desde mi punto de vista". Los puntos de vista tienen un origen, pero no están bajo nada.

No diga "el sector del ladrillo", como los políticos y los periodistas. Evite las cursilerías y tonterías al uso y gane precisión. El "sector del ladrillo" sería, estrictamente hablando, el sector de la industria de materiales cerámicos para la construcción, por lo que no debería emplearse como metáfora, supuestamente expresiva o graciosa, para referirse a dicho sector de la construcción, o al inmobiliario. Porque, "el ladrillo" ¿se refiere a la industria de la construcción, al negocio inmobiliario o a los dos juntos? Pues son tres cosas distintas. A lo mejor no estaría mal precisar de qué se habla. 

No diga "quinceavo" o "onceavo" si lo que quiere decir es "décimo quinto" o "undécimo". La terminación en "avo" se refiere sólo a fracciones. Un "quinceavo" es la resultante de algo dividido en quince. Si no recuerda, no sabe el ordinal correcto, o éste no existe, diga "el puesto 15", "el orden 15" o "el lugar 15". De hecho, no hay nombres para ordinales de cantidades grandes, por lo que en esos casos sólo pueden usarse expresiones como "el puesto 253".  

No diga cosas como "por culpa de una lesión no podrá jugar". Esto es, no emplee "por culpa de" en vez "a causa de", que es, probablemente, lo que quiere decir. Asigne culpas cuando haya culpas y causas cuando se trate de causas.

 No diga cosas como "no se puede partir de la premisa de que vaya a trabajar".  Eso no es una premisa (término demasiado filosófico para ser coloquial), sino, como mucho, un "supuesto".








jueves, 13 de diciembre de 2012

CALATRAVA NO ES ARQUITECTO, TENGA O NO EL TÍTULO

Los arquitectos tenemos muchos defectos, pero no es uno de ellos el de ser compañeros de Santiago Calatrava. Calatrava no es arquitecto, es ingeniero de caminos. Como se puso a hacer puentes cursis y edificios malos y disparatados, alguien, tan equivocadamente como rozando lo delictivo, le dio el título de arquitecto, pero no lo es. Nunca ha cursado nuestra carrera, en ninguna parte.

Pero, entiéndanme, no hablo te títulos. Calatrava no es arquitecto aunque tenga el título, aunque tuviera 2, aunque lo tuviera por Harvard (Harvard, ¿es buena Escuela?), aunque tenga, realmente, todos los que quiera. No es arquitecto como tantos que también tienen el título, pero que no lo son, en realidad, pues no llegan a saber hacer arquitectura, ni con interés, y ni siquiera con corrección. Su mentalidad es la de un ingeniero. Y los ingenieros no entienden la disciplina arquitectónica, conceptual y precisa, funcional y constructiva, y tantas veces austera y plásticamente limitada, hecha de composiciones contenidas y refinadas, pero casi siempre sin espectacularidad ninguna. Cuando los ingenieros pretenden hacer arquitectura la confunden con algo simplemente plástico, con algo próximo a la escultura, arte que pasan a practicar, supuestamente, y sin mediación alguna, a despecho de la escala, y aprovechando la expresividad que se le puede dar a la estructura resistente, aunque esta expresividad pudiera estar fuera de lugar, como tantas veces lo está. Y así los ingenieros-escultores, como Calatrava, muy pocas veces aciertan en sus exacerbaciones plásticas. Casi siempre llegan a la cursilería y a la forma sin sentido, a la arbitrariedad sin interés, al formalismo vacío.

Al ver los edificios de Calatrava (ya incluso llamarles edificios es mucho decir) todo esto resulta bien claro, no sabe hacerlos. El Museo de la ciencia de Valencia es de una gran torpeza, una equivocada disposición lineal a la que no sabe encontrar el buen remate por sus extremos, y que tiene una luz libre interior muy grande que, naturalmente, no sirve para nada, pues el edificio y su uso no necesitan la diafanidad. Brilla en él, como si fueran oropeles, una estructura supuestamente "orgánica", al servicio de cuya plasticidad, ni siquiera conseguida, todo se ha subordinado. El teatro de la Ópera ( o lo que sea ese maldito bodrio) es una broma muy pesada; está bien próximo al delito, no ya económico y político, que eso está bien claro, sino arquitectónico y técnico. Da mucha pereza comentarlo, y no voy a hacerlo, pues por sí mismo se critica. Quien haya hecho eso y quien lo ha ya promovido no debería tener otro sitio que la cárcel y el exilio.

Por eso, sin duda, el tal Calatrava se ha exiliado a Suiza. Hay quien se lamenta, porque haya ganado el dinero aquí y se vaya a Suiza con sus impuestos. Pero ¿quién obligó a contratar a Calatrava? ¿quién obligó a pagarle honorarios abusivos por edificos equivocados? ¿quien obligó a pagarle millones de euros por el presunto proyecto de unas torres que no pasan de unos croquis malos y unas maquetas, y cosas así? (¿Quien cobró sabrosas comisiones de todos estos honorarios? No sé si esto es verdad, pero tiene toda la pinta). Sería bastante interesante saber quienes fueron las fantásticas autoridades que encargaron estas cosas y, probablemente, se pringaron con ellas. Por parte valenciana, imagino que sería el inefable Camps y su gobierno.

Pero hizo también una picia monstruosa en Oviedo, un supuesto Palacio de Congresos, que se cayó incluso durante la obra, y este responsable tiene nombre y apellido: se llama Gabino de Lorenzo, muchos años siniestro alcalde de la ciudad, el peor que ha habido en el mundo en ninguna parte (si excluimos a Gallardón, por supuesto), naturalmente del PP, y hoy premiada su maravillosa y límpida gestión con el puesto de Delegado del Gobierno en Asturias. ¡Vivir para ver!

Pero es que Calatrava es suizo, o es como si lo fuera. Es decir, es del hipócrita país que presume de tantas cosas buenas, de una política limpia, pero que se funda con solidez en la protección y el ocultamiento del delito económico sistemático, del dinero negro, y de todo lo que bien sabemos. No empezará una nueva vida en Europa y en el mundo sin reducir Suiza a cenizas. Así acabábamos por fin con Calatrava, ingeniero, valenciano y suizo. A ver quien da más.


P.S.
1.- En los comentarios había alguien que dijo que, según Wikipedia (malísima fuente) estudió arquitectura en Valencia de 1969 a 1973. Pero da la casualidad que para estudiar arquitectura se tarda más años, luego no estudió. Y no critico que se pase de presupuesto ni que se contrate a dedo. Lo que critico es que sus edificios son malísimos: que no sabe hacer arquitectura. Y que los políticos y promotores diversos son suficientemente ignorantes y horteras para creer que sus infectos bodrios son buenos. Si tiene el título o no, me trae sin cuidado.

2.- Resulta bastante curioso que el título "Calatrava no es arquitecto" haya atraído en 5 días a más de 800 lectores, y con muchos comentarios (bastante de ellos malísimos, por lo que los he borrado todos. Perdón por los que no eran absurdos o impertinentes). 

P.S. 2
Unos cuantos días más y ¡1350! pollos y pollitas han leido esta nota. Vengo comprobando en este blog que el personal se tira a por cosas independientemente de su valor. Algunos escritos que yo considero interesantes, y que he metido aquí, casi nadie les ha hecho ni caso. Ahora pongo esta nota sobre Calatrava, y basta decir que no es arquitecto y alguna cosa más, semi-gruesa, para que piquen todos como si fueran tencas.

En cuanto a los comentarios, más de la mitad han sido impertinentes e incluso con insultos bastante gruesos, algunos dándoselas de ingeniosos, y casi todos intentando herirme. Por eso los he ido borrando en su mayoría. Pero, mi querido público, si no les gusto no me lean, y ya está. Y contengan sus expresiones, sobre todo si son anónimas, que es lo que suelen ser. (Sólo respetaré, quizá, los comentarios que tengan identificación inequívoca).

Claro, algunos han quedado decepcionados, pues les hubiera gustado que yo hubiera hecho un artículo más crítico, inteligente e ingenioso, al gusto de ellos. Lo siento mucho, pero en parte lo he hecho, y, además, no me dedico mucho a los temas que no me interesan. Y si hubiera hecho eso de forma sistemática, seguro que se lo leían muchos menos.

P.S. 3
1.- Y, en cualquier caso, ¡Ojo de pato no se rinde!:
 Declaro y juro que:
                               CALATRAVA NO ES ARQUITECTO
                               CALATRAVA NO ES ARQUITECTO
                               CALATRAVA NO ES ARQUITECTO
                               (TENGA EL TÍTULO, O NO)

Y si realmente tuviera el título, digo que:

                               SEGURO QUE APROBÓ TODO COPIANDO
                               SEGURO QUE PRESENTABA PROYECTOS HECHOS POR UNA ACADEMIA
                               VALENCIA ¿ES UN COLADERO?

Y los políticos que le encargaron las obras eran tontos y de derechas, valga la redundancia, (incluso aquellos que eran de izquierdas).

2.- Propongo finalmente derribar todas las obras de Calatrava, por suscripción popular. (Esta petición se une a la ya hecha por mí en este mismo blog para derribar la Almudena y la Sagrada Familia. Por cierto que la Sagrada Familia no es otra cosa que la madre de Calatrava).

miércoles, 5 de diciembre de 2012

LEÍDO EN "MONGOLIA", revista que recomiendo

Brevísimo: Leído en "Mongolia", revista que recomiendo:

"¡Uf! ¡Qué mal huele! Alguien se ha tirado un wert....."

martes, 4 de diciembre de 2012

RAJOY + WERT = FRANCO

Rajoy y Wert, los dos juntos, son como Franco; o, mejor dicho, como son dos, son como Franco y la Carmen Polo. Rajoy, que es más femenino, es más bien como Franco; y Wert, que es más masculino (no mucho) es como la Carmen Polo.

Lo cierto es que entre los dos emulan al franquismo con total eficacia. Ya no vivimos la democracia, en realidad, sino una suerte de sucedáneo que, a pasos agigantados, está llegando con suma rapidez a los mismos comportamientos y contenidos que la dictadura militar. Una dictadura que, al menos, tenía cierta claridad y se podía luchar contra ella.

Habría que investigar, pero estoy casi seguro de que todos, o casi todos, los ministros de Educación (Nacional) del franquismo eran catedráticos de Universidad. Y también todos, o casi todos, durante los gobiernos de Suárez. Desde luego, todos, absolutamente todos, durante los gobiernos de González y de Rodríguez Zapatero.

Sólo con el PP (Asnar y Rajoy) los ministros de Educación (¿de qué?) no son ni han sido ni catedráticos ni profesores ni expertos en enseñanza. Fue ministro de Educación el propio Rajoy, de profesión registrador de la propiedad en excedencia y con el registro de Santa Pola arrendado, y también lo fue la inefable Espe Guirre, de profesión desconocida, y acerca de la que hay quien dice que incluso sabe leer.

Ahora lo es el también inefable Wert, ni profesor, ni nada parecido a nada de la enseñanza. A este especimen le basta con ser de extrema derecha. El otro día, por la TV, salía diciendo que los de no se qué manifestación eran extremistas. Yo le hubiera preguntado: "¡Oiga! El extremismo ¿está prohibido?" Y tanto si me hubiera contestado que sí como que no, le hubiera aclarado: "Pues usted ándese con mucho ojo, ya que es de extrema derecha".

El caso es que el gran Wert, en funciones de campeón, anda doblegando él solito a los catalanes, obligándoles a que den la clase en castellano, y que todos los padres tengan derecho a pedirlo, y, si no, la administración regional tiene que facilitarles un colegio privado que lo resuelva. Esto es lo que dice, al parecer, la última ley que el inefable va a presentar al gobierno y luego al parlamente. ¡Hay que ver las vueltas que tienen que dar algunos para conseguir desviar los dineros a primos, cuñados y amigos!

También, el muy desgraciado, va a quitar la asignatura de Ediucación para la ciudadanía, aprovechando que ya no hay conflictos con ella y que ha sido examinada y declarada constitucional. Pues ni el PP ni la Iglesia quieren que se eduque las virtudes ciudadanas, no sea que se hagan demócratas y empieceb a incordiar. Ellos lo que quieren son borregos sumisos, que piensen lo menos posible y que sean así capaces de creer en las mentiras de la derecha (y de otros, que no recordaré)..

Personalmente, declaro al tal Wert, persona non grata para mí, y dedicaré lo que pueda de mi tiempo y energías a combatirle y a hacerle la puñeta. Tengo algunos otros así y quizá ya no voy a dar abasto, pero he de decir, en todo caso, que el que avisa no es traidor y que Ojo de Pato ni se rinde ni se rendirá..

domingo, 2 de diciembre de 2012

LA MISERIA DE LA RAZÓN, de Antonio Elorza ("El País", 1-12-12)

Vivimos tiempos que, más que difíciles, son tristes. Me da lástima la gente joven, pues no podrá evitar casi nada, sobre todo porque apenas se dan cuenta de las cosas.

Pero, creo que mejor que yo se expresa Antonio Elorza, por lo que vuelvo a transcribir uno de sus artículos cortos de "El País", el aparecido ayer sábado 1 de diciembre (en homenaje a impacientes le quito los 2 primeros párrafos):

"Al intentar la lectura de la imagen goyesca, pensé que lo de los pelos de punta reflejaba nuestra situación actual, en espera de la reforma universitaria. No hace falta sino repasar la comisión de los "11 sabios", a punto de consumar un auténtico regreso tecnocrático al pasado. Actitud lógica en algunos de sus miembros, sin duda competentes en sus áreas, pero que arrastran una trayectoria de conservadurismo y autoritarismo acorde con la línea política del ministro Wert y del Gobierno. Viene aquí a cuento el episodio de los debates electorales de 2008 comentados en Telemadrid, donde yo aprecié ventaja de Zapatero, mientras otro participante optaba por Rajoy. Al salir, me dijo: "No tiene remedio. Este Rajoy es un carca, de los pies a la cabeza. Más tisiste que una perecebeira de la ría de Pontevedra". En clave de humnor, el retrato es ajustado, pero conviene añadir que ese aire trsitón y dubitativo le viene muy bien al presidente para encubrir una acción de gobierno mediante la cual, al amparo de la crisis, sus ministros y gobernantes autonómicos están llevando a cabo una verdadera contrarreforma.

En primer plano del escenario, Gallardón y la sanidad. El primero, con decretos que del regreso de la cadena perpetua a las delirantes tasas y al regresivo proyecto de ley sobre el aborto, muestran un absoluto desprecio hacia una ciudadanía angustiada, así como una mentalidad preconstitucional. De la sanidad pública poco hay que decir: erosión constante. A favor de los recortes, transferencia de un recurso público fundamental a los interesas privados, sin garantía alguna de mejor gestión económica. [.....]

Otro tanto sucede en educación, donde a la sombra de los 11 sabios, de los cuales varios lo son -pensemos en los profesores Garicano o Azcárraga, entre otros-, se anuncia una caricatura del sistema americano, unida a la generalización de la miseria. El PP ya puso la primera piedra de este edificio antes de 2004 con el establecimiento de la ANECA, una Agencia de Evaluación que respondía a su técnica de controlar aspectos fundamentales de la gestión de un servicio público desde un organismo privado, que el gobierno a su vez controla, utilizando recursos procedentes de lo público. [....]

La gobernanza prevista para las universidades públicas sigue esa lógica. Las privadas, aunque sean de los Legionarios de Cristo, no son problema. Para la pública, fuera autonomía. Al parecer, todas las designaciones de órganos de gestión dependerán de los consejos sociales, donde supuestamente residirá la objetividad, es decir, los intereses que el poder público decida priorizar. La reforma de la universidad pública deviene destrucción de la autonomía universitaria, neofranquismo falsamente made in USA, imponiendo la lógica del mercado al profesorado en los términos habituales del PP: despidos que traerán luego la felicidad. El estrangulamiento económico se convierte en agente propiciador del proceso. Nada de una ley de financiación universitaria, como propone entre otros el rectos de la UCM, ni contención en la subida de tasas que elimina estudiantes fuera de los happy few y sofoca a los estudios de posgrado. En la visión del ministro Wert, un despotismo no ilustrado intentará hacer de la miseria virtud y progreso en los conocimientos. Imposible tarea. Aunque sin duda rentable.