sábado, 7 de enero de 2012

RAJOY ¡NO EXISTE!

Por eso es tan raro: es que no existe. Esa forma tan rara de pronunciar las eses, esa forma tan rara de mover la boca (en realidad, como los muñecos de los ventrilocuos: he ahí el dato), esos dientes tan extraños, esa risa tan siniestra. Todo es tan extraño, porque es un muñeco, Rajoy no existe, por eso no se presenta en público.

Primera hipótesis: Rajoy es un muñeco manejado por Poraya Páez de Pantamaría (la verdadera y única jefa, fíjense en su cara, en sus gestos, de pícara siniestra), o por Esteban González Ponds (belleza en 7 días, menos probable).

Segunda hipótesis: Rajoy era un chico gallego, muy aplicado, acabó enseguida la carrera de Derecho (aunque no mucho mérito sea éste) y ganó enseguida, a base de codos y burrería, las oposiciones a Registrador. Sentó la plaza de Santa Pola, Alicante, pero se murió rápidamente, el pobre. La familia, aterrada con la pérdida de tamaña sinecura, encargó un muñeco muy bueno a Japón, pero decidió que el muñeco se retiraba y arrendaba un registro tan rentable, así no se notaba que el registrador titular había muerto. Luego, dedicaron el muñeco a la política de derechas, donde hacer de figurón es muy fácil.

Pero el muñeco era tan bueno que prosperaba; la familia temía que llegara a la primera magistratura de la nación, donde era inevitable el descubrimiento del fraude, debido a la cantidad de veces que tenía que aparecer en público. Pero el PP, siempre con gente tan espabilada, decidió utilizar la fama de raro y de gallegazao del registrador y ya regidor para fingir que su desaparición era una simple cuestión de carácter. Este Rajoy es la pera, es que ni siquiera da la cara. (Queda mal, pero, en fin, un mal menor).

2 comentarios:

  1. Pues sí que hay censura aquí. Me he dirigido dos veces en orden a poner una llamada de atención sobre el lastimoso final, en la Tercera Edad, de los arquitectos: Han de pagar a la Hermandad hasta que se mueran, han de seguir pagando su seguro de Responsabilidad Civil hasta más allá de su muerte... Y han desaparecido los comentarios. De nada, Señor Chapitel

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  2. Y tú ¿quién eres, querido? ¿Y con qué derechos te crees? Este blog es mío y hago con él lo que quiero. He suprimido textos míos, que daba la casualidad que tenían tus comtentarios protestando de la Hermandad. Ya me explicarás porque utilizasd mi blog para protestar de la Hermandad, y además de forma anónima.

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